Don Juan Trujillano creó el Colegio Inmaculada en Armenteros en 1954 y ha sido director del centro haciendo posible que muchos niños que nunca han tenido nada cuenten con una educación, un plato caliente y un techo.
El objetivo de la Fundación es asegurar la continuidad del proyecto educativo del Padre Juan, que está dirigido al niño y que presta un servicio socialmente integrador de un valor y consecuencias incalculables: repercute para siempre en las vidas no solo de los niños de Armenteros, sino en sus familias, comunidades y en sus entornos de más de 30 países de origen, incluída España de donde proceden la mayoría.
Además, cuenta con un internado que permite convivir a los niños de más de treinta nacionalidades, incluidos españoles, permitiendo que cuenten con un hogar. Armenteros es un ejemplo de armonía multicultural. Más de cuarenta mil niños han pasado por Armenteros en sus cintuenta y siete años de existencia bajo la dirección del sacerdote D. Juan Trujillano.